lunes, 9 de diciembre de 2013

CAMINO PORTUGUES


                                     Guimaraes .

Etapa 1:Guimarães – Braga

 (Viernes 6 de Diciembre de 2013)

Datos Técnicos
  • Distancia: 19.8 Km.
  • Altura inicio/final: 191 m. / 176 m.
  • Desniveles acumulados:+441 m., -457 m.
  • Cartografía Carta Militar de Portugal 1:25000 : 070, 084, 085

Recomendaciones
Etapa sencilla, de corto recorrido. La única dificultad que se presenta es la subida a Falperra con unos 250 metros de desnivel. Salvo esta subida, el resto del recorrido es muy urbano, por lo que no habrá problemas para encontrar todo tipo de servicios.
La flecha amarilla hace su aparición
Camino Torres Partimos de la Plaza de Santiago para dirigirnos hacia las proximidades del estadio de fútbol. Vamos saliendo de la ciudad recorriendo las calles de Santa Eulália y de N. Sra da Conceição. En la salida de Guimarães encontramos las primeras flechas amarillas que ya no nos van a abandonar hasta Santiago de Compostela, guiándonos de forma sencilla en nuestro camino.
Vamos a dar al asfalto de la N101 que dejamos enseguida para coger un desvío a la derecha hacia el bonito puente medieval de Roldes sobre la ribeira do Selho. Camino Torres A partir de aquí evitamos la carretera nacional, por su parte izquierda, transitando por zonas muy pobladas. En un punto las señales nos llevan a coger un bonito caminillo entre huertas que nos lleva a cruzar un arroyo, afluente del río Ave, y que nos lleva hasta la iglesia de Prado.
A partir de aquí nos dirigimos hacia Caldas das Taipas, cruzando Camino Torres el maravilloso Ponte das Taipas sobre el río Ave, casi al nivel de sus aguas. Esta apacible ciudad, lugar de paso de la vía romana entre Guimarães y Braga, guarda importantes vestigios de su pasado romano, destacando entre todos el espectacular Ara de Trajano.
Desde aquí nos dirigimos hacia Falperra, pasando por Sande-São Martinho, donde encontraremos Camino Torres una serie de lápidas y estelas funerarias colocadas a modo de puentecillo al lado de la fuente de los Cuatro Hermanos, que según la leyenda murieron después de una pelea entre ellos para resolver quien sería el que disfrutaría de los favores de una bella dama.
Al principo de la subida a Falperra encontramos un camino empedrado que podría ser los restos de una calzada romana. Subiendo Camino Torres entre eucaliptos llegamos al Santuario de Santa Maria Madalena, con una espectacular vista de Braga, a la que nos dirigimos pasando por Fraião y su iglesia de S. Tiago donde encontramos un bello panel de azulejos dedicado al Santo.
Camino Torres Finalmente entramos en Braga por el agradable Parque do Ponte, para después de pasar por el Campo de S. Tiago dirigirnos ya hacia la , donde termina la etapa.

  

 




                 Braga.

 Etapa 2: Braga – Ponte de Lima

( Sabado 7 de Diciembre de 2013).

Datos Técnicos
  • Distancia: 33.2 Km.
  • Altura inicio/final: +526 m., -677 m.
  • Desniveles acumulados:+441 m., -457 m.
  • Cartografía Carta Militar de Portugal 1:25000: 028, 041, 042, 056, 070
Recomendaciones
Etapa muy larga sin desniveles importantes, salvo la bajada desde Braga hasta el río Cávado, y una leve subida a la Portela das Cabras. Hasta la ermita de S. Tiago que encontramos poco después de la Vila de Prado, el recorrido es todo por asfalto. Luego la mayoría son caminos adoquinados, donde se avanza bastante rápido. Se transita por zonas muy urbanizadas, de forma que se encuentran bares, restaurantes de todo tipo y otros servicios a lo largo de toda la etapa.
Camino de Santiago y Vía Romana
Salimos de Braga por la rua Boavista, que en un descenso pronunciado nos lleva hacia la Praceta de S. Tiago, con una bonita fuente en la que hay una imagen del Apóstol. Acaba la rua Boavista y comenzamos a transitar por la Calçada de Real. Camino Torres Atravesamos esta población y ya por acera avanzamos por la N201, pasando por Frossos y Merelim con su capela de São Bras, hasta llegar finalemente a toparnos con el curso del río Cávado, que atravesamos por un majestuoso puente finalizado de construir en 1617, y entrar en la Vila de Prado.
Este puente es el sucesor del puente romano que con seguridad permitía el paso del caudaloso río Cávado, Camino Torres siguiendo la Vía Romana XIX del itinerario de Antonino, que unía Braga con Astorga, pasando por Lugo. De hecho, a partir de la Vila de Prado, el camino de Santiago coincide en muchos tramos con la vía romana, y vamos a encontrar abundante señalización de ambos caminos.
Inicialmente, desde la Vila Prado, nuestro camino, que sigue por asfalto, aunque con tráfico más sosegado que la N201, Camino Torres no coincide con la vía romana, sino que se dirige hacia la ermita de São Tiago, primorosamente cuidada y con dos imágenes muy bellas de Santiago peregrino.
En este punto, ya sí, abandonamos momentáneamente el asfalto que desde Braga nos ha acompañado y Camino Torres disfrutamos de algunos agradables tramos de camino, hasta llegar a Moure y dirigirnos hacia la torre medieval de Penegate, que junto con un cruzeiro y la capela de Nossa Senhora da Penha compone un rincón de gran interés.
Camino Torres Después de una leve subida llegamos a la Portela das Cabras, que ya nos da acceso al valle del río Neiva, que atravesamos en Goães por medio del Ponte Pedrinha de origen medieval.
A partir de aquí el camino, Camino Torres la mayoría de las veces adoquinado, es un laberinto que atraviesa poblaciones, zonas de cultivo, el asfalto de la N201 e incluso atraviesa un campo de golf. En este recorrido encontramos rincones tan bellos como el cruzeiro y ermita de Casas Novas en Albergaria, o la Quinta do Baganheiro en Queijada.
Camino Torres Finalmente, Ponte de Lima, con todo tipo de servicios, incluido un albergue de peregrinos inaugurado en 2009, nos espera con el impresionante puente sobre el rio Lima que da nombre a la villa.






 Etapa 3:Ponte de Lima – Rubiães

 

(Domingo 8 de Diciembre de 2013).

Datos Técnicos
  • Distancia: 17.8 Km.
  • Altura inicio/final: 6 m. / 195 m.
  • Desniveles acumulados:+497 m., -300 m.
  • Cartografía Carta Militar de Portugal 1:25000: 015, 028
Recomendaciones
La larga distancia, próxima a los 40 kilómetros, entre Ponte de Lima y Valença do Minho o Tui, hace más recomendable utilizar dos jornadas para cubrir ese trayecto. La parada en Rubiães nos va a permitir disfrutar con tranquilidad de esta bellísima etapa, en la que al final, además de la visita pausada a la iglesia románica de São Pedro de Rubiães, podremos descansar en un excelente albergue. A pesar de la corta distancia de la etapa, tenemos que afrontar la subida al alto de la Portela Grande de Labruja, que supone superar un desnivel de algo más de 400 metros. No obstante, la belleza del camino compensa con creces el esfuerzo. La señalización con flechas amarillas es excelente.
Remontando el río Labruja
Camino Torres Después de cruzar el puente sobre el río Lima y pasar el albergue de peregrinos, giramos a la derecha para comenzar a caminar por asfalto y luego por camino entre viñas hacia la Quinta do Arquinho. Cruzamos con precaución la carretera EN306 hacia la Quinta de Sabadão. El camino que hemos tomado va en paralelo continuamente al río Labruja, afluente del río Lima, y así continuará hasta llegar a la población de Labruja después de atravesarlo en dos ocasiones.
Camino Torres Desde la Quinta de Sabadão, por pista y después de pasar por debajo de un viaducto de la IP9, llegamos a Arcozelo, donde nos recibe la bonita iglesia de Santa Marinha, de cuyo origen románico del siglo XII conserva unas bellas hileras de modillones con cabezas de animales. Poco después en Regatal Costa cruzamos por primera vez el río Labruja, para continuar en paralelo por la otra margen, por un camino empedrado. Llegamos al Parque de Pescas Riba Rio, donde podemos hacer una parada para recuperar fuerzas. Continuamos por una pista y poco después cruzamos por segunda vez el río Labruja por un improvisado puente hecho con una viga metálica, justo al lado de un viaducto de la A3, a la altura de la Quinta das Borralhas, en un rincón que conserva la belleza a pesar de la presencia de la autopista.
Camino Torres Seguimos por una pista, que a veces nos deja ver el empedrado original, hasta llegar a Arco y los lugares de Salgueiro y Codeçal, donde nos recibe la entrañable ermita de Nª Sª das Neves con un cruzeiro en el atrio. Justo al lado se encuentra un bar-tienda que constituye el último lugar de avituallamiento hasta el final de la etapa.
Camino Torres Continuamos por una pista asfaltada que pasa por Balada y Espinheiros, y desde la que disfrutamos de unas bellas vistas del valle del río Labruja, la iglesia Matriz de Labruja dedicada a São Cristobão y, algo más a lo lejos, el Monasterio del Sr. do Socorro. Poco después llegamos a un lugar lleno de leyenda, la Fonte das Tres Bicas.
Camino Torres A partir de la Fonte das Tres Bicas comienza la verdadera subida al Alto da Portela de Labruja. Tomamos en primer lugar un camino empedrado entre sombras de viñas, que desemboca en una estrecha carretera asfaltada, que dejamos enseguida siguiendo hasta tres flechas amarillas pintadas sobre unos pinos que nos indican sin pérdida el desvío a seguir por un camino que afronta con decisión la subida. Con una señalización perfecta, y una pendiente importante, vamos transitando por una sucesión de sendas, pistas, caminos descarnados y caminos antiguos empedrados. Camino Torres El camino, aunque duro, es muy hermoso. Ya casi al final de la subida se llega a la Cruz dos Mortos o dos Franceses, que a semejanza a la Cruz de Ferro en el Camino Francés, está rodeada por un milladoiro de piedras, entre las que destacan alguna grabadas con inscripciones junto con otros objetos de todo tipo dejados por las personas que por allí van pasando. Finalmente, después de la dura subida, se llega al Alto da Portela Grande de Labruja, a la altura de la casa de Guarda Forestal. Desde aquí comenzamos una pronunciada bajada. Entre pinos llegamos a Aqualonga, con un grupo de molinos muy bien conservados. Por pistas y caminos empedrados llegamos al pequeño puente romano de Aqualonga, desde donde divisamos la iglesia de São Paio de Aqualonga.
Camino Torres Un camino empedrado nos lleva a dar a la carretera N201 a la altura de São Roque. Seguimos por asfalto unos metros hasta dar con la ermita dedicada al santo e inmediatamente desviarnos por un camino a la derecha. En este punto vuelve a coincidir nuestro camino con la Vía Romana XIX y encontramos mojones de marcación de la misma. El camino recorre un bosque en las estribaciones del Monte da Costa y cuando llegamos a la altura de un cruzeiro, veremos a la izquierda la maravillosa iglesia románica de São Pedro de Rubiães que merece una pausada visita. En su atrio veremos un miliario romano de la vía XIX construido en tiempos de Caracalla, como su inscripción confirma, a pesar de no disponer de una parte por haber sido utilizado como sarcófago en la época medieval.
Camino Torres Desde aquí un agradable camino nos lleva al albergue de Rubiães, en un estado impecable, ubicado en la antigua escuela. En sus proximidades dos restaurantes nos permitirán reponer fuerzas.

Etapa 4: Rubiães – Tui

 (Lunes 9 de Diciembre de 2013).

Datos Técnicos
  • Distancia: 19.7 Km.
  • Altura inicio/final: 195 m. / 47 m.
  • Desniveles acumulados:+290 m., -420 m.
  • Cartografía Carta Militar de Portugal 1:25000 : 002, 007, 015

Recomendaciones
Etapa corta, sin grandes desniveles, salvo una pequeña subida al principio de la etapa hasta São Bento da Porta Aberta. Desde Fontoura hasta Valença do Minho tendremos unos 12 kilómetros sin servicios. La etapa podría tener dos finales, ya que tanto en Valença do Minho, como en Tui hay albergue de peregrinos. Proponemos la parada en Tui, ya que la siguiente etapa hasta Redondela es larga y así le restamos 4 kilómetros. Aunque las flechas amarillas marcan el camino sin subir a Valença do Minho, nuestra propuesta, y así aparece en el track para GPS, es subir a la ciudad y atravesarla, para luego bajar al puente internacional. Es un desvío mínimo que permite disfrutar de esta bella ciudad, aunque el fin de etapa se haga en Tui.
La entrada en Galicia
Camino Torres Descendemos desde el albergue de Rubiães, hasta la carretera N201, por la que transitamos por precaución durante 200 metros. Girando 180 grados, tomamos un camino empedrado que entre huertos nos lleva al puente de Rubiães de origen romano, que nos permite atravesar el río Coura. En este tramo seguimos encontrando los mojones de señalización de la Vía Romana XIX.
Camino Torres Después del puente cruzamos una carretera, justo a la altura de un bar, para seguir a su izquierda por un camino empedrado que al principio va al lado del río Coura. Poco después se separa y va a dar de nuevo a la N201, por cuyo arcén, con la debida precaución, caminamos unos 200 metros. Tomamos un camino empedrado a la derecha que poco después nos lleva hasta la aldea de Pecene, donde encontramos la capilla de Nª Sª do Alivio.
Camino Torres Por asfalto llegamos hasta el Santuario de São Bento da Porta Aberta, del siglo XVII. Se encuentra en un cruce de caminos donde hay un bar-tienda.
Camino Torres Dejamos a la izquierda el santuario y nos introducimos en un bosque, siguiendo un camino hasta Gontomil. Por caminos, asfalto y por último un estrecho sendero empedrado que permite no mojarse los pies, llegamos a Fontoura. Cuenta con dos bares. Pasamos al lado de una ermita desde la que vemos la iglesia de São Miguel de Fontoura.
Camino Torres Por pistas de tierra y asfaltadas llegamos hasta Paços y el puente de A Pedreira, de origen romano, sobre la ribeira de Pedreira.
Camino Torres El camino nos va llevando a zonas más urbanizadas hasta que confluye con una rotonda en la carretera EN13. Una flecha amarilla en un cruzeiro, nos indica continuar por una calle más tranquila paralela a la carretera. Al llegar a la capilla do Senhor do Bonfim giramos a la izquierda para dirigirnos hacia Arão, pasamos junto a su iglesia Matriz y finalmente llegamos a Valença do Minho a la altura de su estación de autobuses. Continuamos por la Avenida de São Teotónio hasta llegar a los pies de la fortaleza abaluartada.
Camino Torres Aunque las flechas amarillas evitan subir, nosotros proponemos girar a la izquierda, pasando al lado del albergue de peregrinos de São Teotónio y entrar a la fortaleza por las Portas da Coroada. Cruzamos las Portas do Meio para acceder a la segunda fortaleza y vamos a dar a la Praça da República. El ambiente comercial de la villa inunda todo. La Rua Mouzinho de Alburquerque nos lleva hasta la iglesia de Santa María dos Anjos o Matriz y la Pousada de São Teotónio desde donde descendemos por el Baluarte do Socorro, por unos preciosos pasadizos, hasta llegar a la antigua aduana y el acceso al puente internacional sobre el río Minho/Miño.
Camino Torres Justamente en el año 2011, se ha celebrado el 125 aniversario de la inauguración del puente internacional, que en su momento y durante muchos años constituyó el principal paso fronterizo entre el norte de Portugal y Galicia. El puente sobre el río Miño, cuenta con paso para tránsito rodado y tren, así como para los peatones que pueden caminar con tranquilidad, protegidos del tráfico rodado, y disfrutar de las bellas vistas del río Miño y de Tui.
Camino Torres Nada más finalizar el puente giramos a la derecha para ir hasta una gasolinera. En ese punto giramos de nuevo a la derecha, rodeando el parador nacional siguiendo el Camiño da Barca, que como su nombre indica nos lleva hasta la orilla del río Miño, justo en el lugar donde se encontraba el embarcadero que miles de peregrinos, incluido Torres Villarroel, utilizaron a través de los siglos para cruzar el río por medio de barcas.
Camino Torres El Camiño da Barca se dirige hacia Tui. Comenzamos a ver las primeras señalizaciones de mojones de granito de la Xunta de Galicia, que incluyen una placa con la distancia hasta Santiago de Compostela, y que ya vamos a encontrar continuamente en el resto de las etapas hasta llegar a nuestro destino. El Camiño da Barca nos deja a los pies de la antigua ciudad, a la que ascendemos por sus estrechas calles empedradas hasta llegar a la Catedral de Santa María, con su maravillosa portada gótica.














. Nos queda pendiente para Julio un último tramo para llegar a la ciudad de Santiago.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Molinos de Montanchez







  MOLINOS DE MONTÁNCHEZ
01/12/2013
LA RUTA DE LOS MOLINOS       Sierra de Montánchez  (Cáceres)




En la Comarca de la Sierra de Montánchez y Tamuja, entre las agrestes cumbres graníticas de las sierra más central de Extremadura, se precipitan arroyos torrenciales que en su día dieron vida a uno de los conjuntos de molinos de agua más importantes del país.  "La Ruta de los Molinos", interesante recorrido que nos permitirá admirar la armónica conjunción de la obra de las personas con la naturaleza y la forma en que el ingenio de aquellas permitió, durante siglos, el aprovechamiento racional de uno de los recursos más preciados: el agua.

    La Ruta de los Molinos serpentea por ladera y gargantas de la Sierra de Montánchez, uniendo el pueblo de Arroyomolinos con el de Montánchez a través de una compleja trama de caminos, sendas y veredas. La Sierra de Montánchez pertenece, junto con las Sierras de Guadalupe y Villuercas y la Sierra de San Pedro, al sistema montañoso de los Montes de Toledo, que separa las cuencas del Tajo y el Guadiana. Tiene una altura aproximada de 1.000 m. en su cota mas alta, estando formada por un conjunto montañoso, algo laberíntico, con singulares promontorios rocosos de granito lo que confiere un carácter inhóspito a sus cumbres.


    Las características geomorfológicas de la Sierra configuran la existencia de infinidad de pequeñas gargantas y torrenteras por las que el agua desciende hacia la llanura.


    La Sierra de Montánchez posee una gran variedad de ambientes caracterizados por el tipo de vegetación predominante en ellos. Castañares, melojares, alcornocales y encinares con su matorral asociado y aclarados en diferentes grados, huertos, olivares y viñedos, prados húmedos y garganteas con la vegetación típica de estos cursos de agua como sauces y juncos. Es, precisamente, la combinación de las diferentes series de vegetación con la intensa acción del hombre lo que confiere al paisaje que contemplamos durante la Ruta, su peculiaridad, variedad y belleza.

"La Ruta de los Molinos" puede iniciarse tanto en Arroyomolinos como en Montánchez. Elegimos Montánchez como punto de partida:


Iniciamos nuestra andadura por uno de los caminos que parten desde el aparcamiento y subiremos por la calleja entre la Piscina Municipal y la Residencia León Leal. A unos cien metros giramos a la derecha y veremos ya las primeras señales Azules y Rojas, indicando  la Ruta Local  denominada " Ruta de donde nace".

Esta ruta de hoy la haremos en sentido contrario a como indican estas marcas azules de la denominada Ruta.



Caminamos por antiguos caminos de herradura que conservan el empedrado en muchos de sus tramos, adentrándose en el corazón de la sierra. Durante casi todo el recorrido los caminos y sendas están flanqueados por muros de piedra que desde hace siglos sirven como lindes y cerramientos de las parcelas; cada cierto tiempo estos muros se interrumpen por la presencias de portales, típicas estructuras adinteladas con grandes losas de granito



o vigas de castaño, que dan acceso y , quizás, un cierto prestigio a las fincas a la vez que pudieron servir como refugio en caso de mal tiempo. El paisaje que nos acompaña en esta primera parte de la Ruta está formado por olivos, viñas, higueras, encinas y alcornoques, jaras y retamas.
Los animales domésticos son una parte fundamental del entorno. Durante todo el recorrido veremos vacas, cerdos, ovejas, caballos, pastando a sus anchas en los diferentes cercados. Especial mención merecen los burros, muy abundantes aún en ambiente serrano y cuyos servicios son requeridos por los lugareños que, montados en sus lomos, acuden cada día a cuidar sus campos, inaccesibles en otros medios de transporte.
Poco a poco nos vamos introduciendo en la fresca penumbra que proporcionan los bosques de castaños. los muros de piedra están aquí especialmente cargados de vida y colores: musgos, líquenes, ombligos de Venus, sedum... atraen nuestra atención como habitantes de un país mágico. Pero hay otras bellezas escondidas en el castañar como las delicadas Orquídeas, los narcisos y un sin fin de flores más. Una vez coronado el bosque de castaños y robles, bajaremos un pequeño collado, hasta una explotación ganadera. De frente y a pocos metros, tendremos la visión de las antenas de telecomunicación. Da la impresión que caminamos hacia ellas, pero al llegar a un carreterín asfaltado giramos bruscamente a la derecha. Caminamos un trecho por un camino empedrado que comienza a descender. La falda opuesta a la que nos encontramos nos proporciona una magnífica visión de los antiguos bancales de piedra que posibilitan el cultivo de olivos con tanta pendiente. También se descubren los primeros molinos en el fondo de la garganta. Ya se divisa el pueblo de Arroyomolinos


y entre los dos montes que flanquean la salida del arroyo, podemos contemplar las extensas dehesas de Cornalvo. La sierra de Montánchez es rica en torrentes, manantiales y fuentes y conforme descendemos podremos apreciar algunos de ellos. Allí la vegetación es mucho más exuberante, los robles alcanzan un buen porte y el aire se impregna del aroma de las mentas.
Una vez hayamos descendido de la sierra giraremos 180º y



caminando entre paredes de piedra, viejos molinos y una rica vegetación de tipo mediterránea nos acercamos al Arroyo de los Molinos. Este, es de carácter estacional y si lleva agua, podemos cruzarlo por unas enormes pasaderas de piedra dispuestas con ese fin. Es en este punto, termina el cementado y comienza una pequeña subida tras la cual podemos observar el inicio de la calzada empedrada que paralela al arroyo nos hará ascender La Garganta.

Esta calzada, constituía la vía principal de acceso a los molinos y si observamos con detenimiento, nos daremos cuenta, como de ella y en dirección a cada molino que por su lejanía de ella lo requiera, sale un pequeño camino de acceso.

Estos molinos hoy abandonados y algunos ya en muy mal estado, son de tipología de sierra. Su origen como apuntamos antes, se remonta a época romana aunque los más recientes son del siglo XIX. La mayor parte de ellos están construidos en mampostería aunque hay algunos en los que se pueden observar unos perfectos sillares.

La molienda suponía un proceso muy interesante, pues los molineros, se ponían de acuerdo para ver que día la realizaban y así soltar el agua de una charca denominada la Charca de la Suelta. Esta, construida en el arroyo y a una considerable altura, aumentaba el caudal y se lograba que el agua llegara en más cantidad a los molinos. Algunos de estos, y gracias a su disposición podían moler con el agua que ya había utilizado el anterior. Con este sistema, podemos decir que se producía un aprovechamiento muy racional del liquido elemento.

Prácticamente, casi todos los molinos se componían de; una charca, una conducción o acequia, un alto pozo que se denomina cubo y un cuarto donde estaban los mecanismos de molienda.

El agua, pasaba de la Charca por la Acequia y caía al Cubo. El molinero esperaba a que este se llenara totalmente y cuando esto sucedía abría una pequeña compuerta denominada Saetín. Esta, situada en la base del Cubo al abrirla dejaba escapar el agua que por causa de la fuerte presión con la que salía, movía las palas del giratorio Rodezno.
Dicho rodezno, a través de un fuerte tronco denominado Maza transmitía el movimiento a la piedra superior o Volandera que con su giro sobre la piedra inferior o Solera (sin movimiento) procedía a moler el grano.

Cada molino, hoy en día sigue siendo conocido por el nombre de su dueño, salvo alguno como El Molino de La Cruz que es llamado así por una cruz que lucía en su exterior.
Conociendo ya un poco más de estas antiguas aceñas e imaginándolas en sus momentos de máximo esplendor, continuamos el empedrado que en ocasiones se pierde y se convierte en estrecha vereda serpenteante entre canchos y rodeada de vegetación. Así alcanzamos el punto donde a través de un autentico laberinto de helechos cruzamos el arroyo.

Ya en el otro margen y dominando una explanada libre de vegetación junto a un bonito salto de agua, nos encontramos con el molino mejor conservado y habilitado por su dueño como vivienda.

Con este ejemplo podemos hacernos una idea ya más aproximada de cómo fueron en el pasado esta garganta y más concretamente todos los molinos que dejamos tras nuestros pasos.

En la parte superior de la explanada y apenas sobrepasado el molino, surge un pequeño cruce de caminos. Tomando el de la izquierda y entre impresionantes vistas de Arroyomolinos ya en la lejanía y muy por debajo de nosotros gracias a la altura que hemos alcanzado, vamos dejando atrás la garganta y sus molinos para poco a poco ir acercándonos a Montánchez.

Dicha calzada empedrada de más anchura que la que discurría paralela al arroyo, nos va llevando entre paredes de piedra, fuentes y olivares en escalera a otra vía de tierra bastante transitada.

Mientras caminamos por ella, podemos observar las magníficas portadas adinteladas con grandes losas de granito dispuestas en las entradas de muchas pequeñas fincas.

En esta parte del recorrido, nos encontramos con un impresionante bosque de castaños el cual nos muestra sus tonos ocres si pasamos en otoño y una gran explosión de verdor y frescor si lo hacemos en primavera o verano

Con la visión del bosque en la retina, proseguimos nuestra ruta con el imponente Castillo de Montánchez como vigía y meta de nuestro camino.




La entrada en el pueblo la hacemos igualmente, que al inicio, por  entre la Piscina Municipal y la Residencia León Leal. Una vez lleguemos al aparcamiento, según el horario pevisto se decidirá si continuamos por las calles hasta la Plaza Mayor de Montánchez y posterior subida al CASTILLO. Merece la pena.

Fin de la Ruta. :



Distancia: 16,5oo km. aproximadamente
Duración:  5 horas
Asc. Acum.: 548 m.
Desc.Acum.:529 m.
Altura máxima: 902 m.
Altura mínima:  412 m.
Señalización:  Sin señalizar

Apertura de la ruta, datos, descripción e imágenes: José María Domínguez Mangas