domingo, 30 de marzo de 2014

CAÑAMERO- GUADALUPE.



























Senderismo en Las Villuercas - Ruta de Isabel la Católica
Cañamero es el punto de partida de esta ruta que nos llevará hasta Guadalupe a través del antiguo camino que utilizaban los Reyes Católicos para acceder al Palacio de Mirabel. Recorrido: 13 km. Duración: 3-4 horas
Dificultad: baja

En Cañamero nos dirigimos por el camino que lleva a la presa del Cancho del Fresno, subiendo entre alisos y álamos, y teniendo como referencia el río Ruecas.
Antes de bajar al río nos encontramos un cruce y tomamos la vereda a la izquierda que baja hacia la antigua piscina natural. Pasamos por el muro de dicha piscina y subimos hasta la presa.
Entre el arroyo de los Hilos y la Garganta de las Pedrizas se aparta la vereda a la derecha junto a una fuente que nace allí mismo, seguimos un pequeño cauce hasta alcanzar la cota 690, donde se encuentra la Cruz de Andrada.
Junto a la cruz continúa el camino hasta la fuente de la Levosilla (de la alevosía) y el Melonar de los Frailes, junto a la Sierra del Águila.
Siguiendo el curso del arroyo pasamos el Collado del Ventosillo y aunque se sigue en aguas de las Pedrizas la finca se llama Silvadillo por otro de los afluentes que tiene el Guadalupejo.
Vamos ahora por una pista de tierra durante 1km. aproximadamente y nos desviamos por una vereda hasta el famoso Castaño del Abuelo, del que ya hablaban las crónicas del año 1353.
A la derecha del castaño sigue la senda por la falda de Pico Agudo, que en el siglo XV se llamaba Mojón de Valtravieso.Y vamos descendiendo el valle de Guadalupe.
Desde algunos tramos del recorrido, hacia la parte izquierda y a través de los robledales, se puede ver la Ermita de Mirabel. Y al frente, a lo lejos se va divisando la Puebla de Guadalupe y su Real Monasterio.
La pista baja hasta la Ermita de Santa Catalina y seguimos descendiendo hasta el río Guadalupejo entre fresnos y alisos.
Cruzamos la carretera y subimos por el viejo camino (ahora asfaltado) que lleva hasta el centro de Guadalupe, pasando por la Fuente del Piojo y la calle de la Cruz.
En Guadalupe podremos recuperar fuerzas y tomar un merecido descanso.

 
Datos, descripción y algunas fotos de Juan Miguel Paramio.

domingo, 16 de marzo de 2014

De Gargantilla a Villar de Plasencia


                                                     Gargantilla.

                                                          Segura de Toro.


                                          

Casas del Monte.





                                                                  Jarilla.


                                                                     

                                                    Villar de Plasencia.
                           Fotos de Inés Rodriguez y Jose María Dominguez.

Distancia aproximada: 18 km.

El tramo que nos ocupa hoy, nos lleva de Gargantilla a Villar de Plasencia, pasando por Segura de Toro, Jarilla y Casas del Monte. Todo un recorrido por nuestros pueblos, muy cercanos a lugares de todos conocidos como los castaños del Temblar o Piedras Labradas.




El tramo primero hasta Segura de Toro, lo hemos caminado ya en alguna ocasión y sabemos que no presenta dificultad alguna pues el perfil no tiene alteraciones y las distintas fincas con cerezos, castaños y ganados nos van descubriendo la senda.



El siguiente tramo, hacemos una bajada hasta Casas del Monte y este sí es inédito para El Bordón por lo que hemos de decir, que tampoco destacamos un perfil exigente y apenas en una hora, llegamos.
Procede que sigamos avanzando para encontrarnos con Jarilla. El camino en su primera parte apenas le conoce el grupo por lo que podemos tildarlo de 'novedad', pero en la segunda mitad, al ser común con la subida a Piedras Labradas, muchos estarán familiarizados con él.




En este desvío subiríamos a Piedras Labradas.
La llegada a Jarilla nos la muestra los lavaderos que nos reciben a la entrada.




El pueblo y su plaza nos ofrecen una refrescante fuente donde rellenar nuestras cantimploras.




En Jarilla, podremos parar a tomar un bocado y un trago pues la mañana se nos habrá venido encima y será hora de reponer lo gastado (y no más), antes de afrontar la parte final que nos conducirá hasta Villar de Plasencia.




Este tramo, también inédito para El Bordón, nos presenta una dificultad que no es otra que, atravesar entre cercas una calleja con maleza alta y poco definida, cuestión que, una vez resuelta, nos encara hacia la población por un sencillo camino.
Habrá momento para la charla de forma relajada y seguro que los rostros reflejarán, como nos muestra la fotografía, la comodidad y sensación placentera de un paseo reconfortante.





Esta etapa, como prácticamente todo el recorrido que estamos haciendo, es de trazado sencillo.
 Datos, de la página del Bordón.