lunes, 2 de febrero de 2015

III RUTA VALLE DEL ESPERABAN.

























 Ruta larga de 18 kms de dificultad media-alta, señalizada con flechas de color naranja en el suelo y cintas de plástico blancas pintadas de color naranja. . La duración estimada de la ruta larga es de unas 6 horas.
Se advierte que el terreno está húmedo después de las lluvias de los días anteriores y puede ocasionar resbalones y caídas.
La previsión meteorológica prevista para la zona es: Estado de cielo poco nuboso, Probabilidad de precipitación escasa, Temperaturas entre -2 y 8 grados, y Viento del norte con fuerza de 30 kilómetros hora, aumentando en la sierra de La Bolla (ruta larga).  

  Comenzamos nuestra ruta en Castillo una alquería con encanto de Pinofranqueado, recorremos sus callejuelas y saludamos a sus vecinos. Dejamos atrás al pueblecito por una pista amplia que atraviesa un pinar, abandonamos la pista y buscamos el sosiego de un sendero que nos muestra madroñeras, brezos, enebros... el sendero se empina y cuando nos queremos dar cuenta estamos en la cuerda de la sierra que nos deleita a la izquierda con el escarpado valle del Guijarro Blanco y a la derecha con el majestuoso valle de La Zambrana. Será buena idea tener a mano unos prismáticos para poder observar las cabras montesas y una colonia de buitres leonados que anidan en las faldas de La Zambrana. 
       Continuamos ascendiendo hasta coronar el monte de La Bolla desde donde obtenemos unas panorámicas espectaculares: al norte Ciudad Rodrigo, al este Las Hurdes y el Valle del Ambroz, al oeste la Serra da Estrela (Portugal), y al sur las comarcas de Sierra de Gata y las tierras de Granadilla. A partir de aquí descendemos y llegamos a Las Erías (otra de las alquerías de Pinofranqueado) por una antigua ruta de comercio que comunicaba las poblaciones cercanas. Conviene cruzar sus calles sin prisa observando los pequeños detalles de sus construcciones. Seguimos el curso descendente del río Esperabán hacia Castillo por senderos rodeados de huertos de castaños y frutales, atravesando arroyos de aguas cristalinas y bosques de pinos, encinas y alcornoques. Nuestros pasos nos llevan a ver rincones auténticos en donde se para el tiempo como en los petroglifos, los meandros del río, las construcciones hurdanas, el empedrado centenario de sus senderos, las terrazas para los cultivos... Volverás a casa con la mochila cargada de sensaciones que perdurarán en tu memoria.