. VALDELACASA – Ctra Sa-Cv-14 (Puerto Dueñas)(24,4 km.)
Abandonamos el pueblo para salir más adelante de la pista asfaltada por la izquierda. Rodeados de robles, nos quedan 6
km para Funterroble y tendremos la sorpresa que nos depara el miliario
CXLVIII, repuesto en el bautizado como Bosque del Peregrino. Volvemos a
la carretera, para llegar por ella a Fuenterroble de Salvatierra.
Cruzamos por el albergue, hacia la derecha por la calle Conejal y la carretera en dirección a Casafranca. Pasados 1.300
metros dejamos por la derecha la superficie dura del asfalto, que
cambiamos por el piso suave de una amplia vereda de ganados bajo la que
se disfraza la calzada.
El paisaje lo forman algunas encinas
diseminadas por el pasto y dos cercas de hormigón y alambre que
delimitan la anchura del cordel. En una hora llegaremos hasta el arroyo
de Navalcuervo y tras un pequeño repecho a un encinar donde se alza una
cruz de madera y una choza construida con ramas. Seguimos entre las
encinas y después de una portilla giramos a la izquierda y cien metros
más adelante a la derecha. Unas flechas en la cancela de la finca nos
invitan a entrar, aunque es mejor continuar por fuera y siempre
paralelos a la valla. Caminamos campo a través, con la referencia de la
valla de alambre y la de las flechas amarillas que están pintadas sobre
las piedras. Después de pasar otra cancela la pista se hace más patente.
Hay que seguir por ella y pasar por un cruce de caminos. El de la
izquierda va hacia Navarredonda de Salvatierra pero nosotros continuamos
de frente y ascendemos por la pista durante otro kilómetro para tomar
una senda que sale por encima, a mano izquierda. Por esta senda
iniciamos la subida final al Pico de la Dueña, a 1.169 metros de altitud y coronado por una cruz de Santiago que se encargó de subir el párroco de Fuenterroble, Blas Rodríguez.
La ascensión al pico Dueña, la cota más alta
desde Sevilla, no es la más fidedigna a la vía romana, ya que es
inverosímil que su trazado se planteara por aquí. Son más de tres
kilómetros y medio. No son muy duros pero al pasar a la altura de los
aerogeneradores parece que ya hemos llegado y aún nos quedará un trecho
hasta la cima. Bajo la cruz hay un excelente lugar para degustar las
viandas recreándonos con las vistas del campo charro.
Descendemos entre el robledal por una senda de piedra suelta que enlaza con la carretera.
Datos perfiles y mapas Juan Miguel Paramio. |
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