Etapa 16. MORILLE - SALAMANCA
(20 km.)
Salimos de Morille y la travesía por sus
calles es bien simple, nos limitaremos a seguir la calle Larga, que pasa
al lado del albergue de peregrinos y que nos llevará a dejar el pueblo.
A la salida, de nuevo, otra pista rodeada de hectáreas y hectáreas de
terreno. Tras varios toboganes llegaremos hasta la primera cancela,
punto en el que cambia el paisaje, y nos internamos por una zona más
agradable poblada de encinas. Tras una de las numerosas cancelas que
vamos sorteando, las señales desaparecen por obra y milagro y, en lugar
de tirar hacia la casa y finca que tenemos ligeramente a la izquierda,
tenemos que seguir pegados al muro de piedra para cruzar el cauce de un
arroyo y tras 150
metros girar a mano izquierda tras otra puerta. Continúa así otro
bonito tramo por otra zona de carrascas y encinas, una de los últimos
que podemos saborear porque en breve vemos al frente un universo menos
verde y sí más ocre que nos anuncia la llegada de las pistas de
concentración y el adiós al cobijo de la sombra. Pasamos junto a las
casas de Aldeanuela, llegamos en algo más de tres kilómetros hasta el
cruce de Miranda de Azán, población que dejamos a mano derecha. En 400 metros pasamos sobre el arroyo de la Fuente de la Porra y continuamos por la pista otros tres kilómetros y medio.
Llegamos así hasta un alto y pequeño farallón
rocoso conquistado por una cruz metálica donde hace equilibrios una
miniatura de Santiago peregrino. Al frente, Salamanca. Avivamos el ritmo
y dejamos el trazado claro de la pista para entrar en una zona con una
serie de charcas permanentes tras la que buscamos el paso bajo la
autovía. Tras éste, llegamos a una rotonda y continuamos recto para
bajar unas escaleras que bajan a un parque. Las flechas nos guían a
través de sus paseos y nos llevan a pasar un pequeño túnel bajo las vías
del tren. Llegamos así hasta una gasolinera y a la calle Carretera de
Fregeneda. No hay más que cruzar la carretera y cruzar el puente romano
sobre el Tormes. Estamos en Salamanca, o Salmantice, como prefieran. A
la salida del puente, tras el berraco vetón, buscamos atentos las
conchas repartidas por el suelo que por las calles Tentenecio, El
Expolio - junto a la Casa Lis - nos llevan hasta la calle Arcediano, donde se encuentra el albergue.
Datos perfiles y mapas Juan Miguel Paramio
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