Guimaraes .
Etapa 1:Guimarães – Braga
(Viernes 6 de Diciembre de 2013)
Datos Técnicos
- Distancia: 19.8 Km.
- Altura inicio/final: 191 m. / 176 m.
- Desniveles acumulados:+441 m., -457 m.
- Cartografía Carta Militar de Portugal 1:25000 : 070, 084, 085
Recomendaciones
Etapa sencilla, de corto recorrido. La única dificultad que se
presenta es la subida a Falperra con unos 250 metros de desnivel. Salvo
esta subida, el resto del recorrido es muy urbano, por lo que no habrá
problemas para encontrar todo tipo de servicios.
La flecha amarilla hace su aparición
Partimos de la
Plaza de Santiago
para dirigirnos hacia las proximidades del estadio de fútbol. Vamos
saliendo de la ciudad recorriendo las calles de Santa Eulália y de N.
Sra da Conceição. En la salida de Guimarães encontramos las primeras
flechas amarillas que ya no nos van a abandonar hasta Santiago de
Compostela, guiándonos de forma sencilla en nuestro camino.
Vamos a dar al asfalto de la N101 que dejamos enseguida para coger un desvío a la derecha hacia el bonito
puente medieval de Roldes sobre la ribeira do Selho.
A partir de aquí evitamos la carretera nacional, por su parte izquierda,
transitando por zonas muy pobladas. En un punto las señales nos llevan a
coger un bonito caminillo entre huertas que nos lleva a cruzar un
arroyo, afluente del río Ave, y que nos lleva hasta la
iglesia de Prado.
A partir de aquí nos dirigimos hacia
Caldas das Taipas, cruzando
el maravilloso
Ponte das Taipas sobre el río Ave,
casi al nivel de sus aguas. Esta apacible ciudad, lugar de paso de la
vía romana entre Guimarães y Braga, guarda importantes vestigios de su
pasado romano, destacando entre todos el espectacular Ara de Trajano.
Desde aquí nos dirigimos hacia
Falperra, pasando por
Sande-São Martinho, donde encontraremos
una serie de lápidas y estelas funerarias colocadas a modo de puentecillo al lado de la
fuente de los Cuatro Hermanos,
que según la leyenda murieron después de una pelea entre ellos para
resolver quien sería el que disfrutaría de los favores de una bella
dama.
Al principo de la subida a Falperra encontramos un camino empedrado que podría ser los restos de una calzada romana. Subiendo
entre eucaliptos llegamos al
Santuario de Santa Maria Madalena, con una espectacular vista de Braga, a la que nos dirigimos pasando por
Fraião y su iglesia de S. Tiago donde encontramos un bello panel de azulejos dedicado al Santo.
Finalmente entramos en
Braga por el agradable
Parque do Ponte, para después de pasar por el
Campo de S. Tiago dirigirnos ya hacia la
Sé, donde termina la etapa.
Braga.
Etapa 2: Braga – Ponte de Lima
( Sabado 7 de Diciembre de 2013).
Datos Técnicos
- Distancia: 33.2 Km.
- Altura inicio/final: +526 m., -677 m.
- Desniveles acumulados:+441 m., -457 m.
- Cartografía Carta Militar de Portugal 1:25000: 028, 041, 042, 056, 070
Recomendaciones
Etapa muy larga sin desniveles importantes, salvo la bajada desde
Braga hasta el río Cávado, y una leve subida a la Portela das Cabras.
Hasta la ermita de S. Tiago que encontramos poco después de la Vila de
Prado, el recorrido es todo por asfalto. Luego la mayoría son caminos
adoquinados, donde se avanza bastante rápido. Se transita por zonas muy
urbanizadas, de forma que se encuentran bares, restaurantes de todo tipo
y otros servicios a lo largo de toda la etapa.
Camino de Santiago y Vía Romana
Salimos de Braga por la
rua Boavista, que en un descenso pronunciado nos lleva hacia la
Praceta de S. Tiago, con una bonita fuente en la que hay una imagen del Apóstol. Acaba la rua Boavista y comenzamos a transitar por la Calçada de
Real.
Atravesamos esta población y ya por acera avanzamos por la N201, pasando por
Frossos y
Merelim con su capela de São Bras, hasta llegar finalemente a toparnos con el curso del
río Cávado, que atravesamos por un majestuoso puente finalizado de construir en 1617, y entrar en la
Vila de Prado.
Este puente es el sucesor del puente romano que con seguridad permitía el paso del caudaloso río Cávado,
siguiendo la
Vía Romana XIX del itinerario de Antonino,
que unía Braga con Astorga, pasando por Lugo. De hecho, a partir de la
Vila de Prado, el camino de Santiago coincide en muchos tramos con la
vía romana, y vamos a encontrar abundante señalización de ambos caminos.
Inicialmente, desde la Vila Prado, nuestro camino, que sigue por asfalto, aunque con tráfico más sosegado que la N201,
no coincide con la vía romana, sino que se dirige hacia la
ermita de São Tiago, primorosamente cuidada y con dos imágenes muy bellas de Santiago peregrino.
En este punto, ya sí, abandonamos momentáneamente el asfalto que desde Braga nos ha acompañado y
disfrutamos de algunos agradables tramos de camino, hasta llegar a
Moure y dirigirnos hacia la
torre medieval de Penegate, que junto con un cruzeiro y la capela de Nossa Senhora da Penha compone un rincón de gran interés.
Después de una leve subida llegamos a la
Portela das Cabras, que ya nos da acceso al valle del
río Neiva, que atravesamos en
Goães por medio del
Ponte Pedrinha de origen medieval.
A partir de aquí el camino,
la mayoría de las veces adoquinado, es un laberinto que atraviesa
poblaciones, zonas de cultivo, el asfalto de la N201 e incluso atraviesa
un campo de golf. En este recorrido encontramos rincones tan bellos
como el cruzeiro y ermita de
Casas Novas en Albergaria, o la
Quinta do Baganheiro en
Queijada.
Finalmente,
Ponte de Lima, con todo
tipo de servicios, incluido un albergue de peregrinos inaugurado en
2009, nos espera con el impresionante puente sobre el rio Lima que da
nombre a la villa.
Etapa 3:Ponte de Lima – Rubiães

(Domingo 8 de Diciembre de 2013).
Datos Técnicos
- Distancia: 17.8 Km.
- Altura inicio/final: 6 m. / 195 m.
- Desniveles acumulados:+497 m., -300 m.
- Cartografía Carta Militar de Portugal 1:25000: 015, 028
Recomendaciones
La larga distancia, próxima a los 40 kilómetros, entre Ponte de Lima y
Valença do Minho o Tui, hace más recomendable utilizar dos jornadas
para cubrir ese trayecto. La parada en Rubiães nos va a permitir
disfrutar con tranquilidad de esta bellísima etapa, en la que al final,
además de la visita pausada a la iglesia románica de São Pedro de
Rubiães, podremos descansar en un excelente albergue. A pesar de la
corta distancia de la etapa, tenemos que afrontar la subida al alto de
la Portela Grande de Labruja, que supone superar un desnivel de algo más
de 400 metros. No obstante, la belleza del camino compensa con creces
el esfuerzo. La señalización con flechas amarillas es excelente.
Remontando el río Labruja
Después de cruzar el puente sobre el río Lima y pasar el albergue de
peregrinos, giramos a la derecha para comenzar a caminar por asfalto y
luego por camino entre viñas hacia la
Quinta do Arquinho. Cruzamos con precaución la carretera EN306 hacia la
Quinta de Sabadão.
El camino que hemos tomado va en paralelo continuamente al río
Labruja, afluente del río Lima, y así continuará hasta llegar a la
población de Labruja después de atravesarlo en dos ocasiones.
Desde la Quinta de Sabadão, por pista y después de pasar por debajo de un viaducto de la IP9, llegamos a
Arcozelo,
donde nos recibe la bonita iglesia de Santa Marinha, de cuyo origen
románico del siglo XII conserva unas bellas hileras de modillones con
cabezas de animales. Poco después en
Regatal Costa
cruzamos por primera vez el río Labruja, para continuar en paralelo por
la otra margen, por un camino empedrado. Llegamos al Parque de Pescas
Riba Rio, donde podemos hacer una parada para recuperar fuerzas.
Continuamos por una pista y poco después cruzamos por segunda vez el río
Labruja por un improvisado puente hecho con una viga metálica, justo al
lado de un viaducto de la A3, a la altura de la Quinta das Borralhas,
en un rincón que conserva la belleza a pesar de la presencia de la
autopista.
Seguimos por una pista, que a veces nos deja ver el empedrado original, hasta llegar a
Arco y los lugares de
Salgueiro y
Codeçal,
donde nos recibe la entrañable ermita de Nª Sª das Neves con un
cruzeiro en el atrio. Justo al lado se encuentra un bar-tienda que
constituye el último lugar de avituallamiento hasta el final de la
etapa.
Continuamos por una pista asfaltada que pasa por
Balada y
Espinheiros,
y desde la que disfrutamos de unas bellas vistas del valle del río
Labruja, la iglesia Matriz de Labruja dedicada a São Cristobão y, algo
más a lo lejos, el Monasterio del Sr. do Socorro. Poco después llegamos a
un lugar lleno de leyenda, la
Fonte das Tres Bicas.
A partir de la Fonte das Tres Bicas comienza la verdadera subida al Alto
da Portela de Labruja. Tomamos en primer lugar un camino empedrado
entre sombras de viñas, que desemboca en una estrecha carretera
asfaltada, que dejamos enseguida siguiendo hasta tres flechas amarillas
pintadas sobre unos pinos que nos indican sin pérdida el desvío a seguir
por un camino que afronta con decisión la subida. Con una señalización
perfecta, y una pendiente importante, vamos transitando por una
sucesión de sendas, pistas, caminos descarnados y caminos antiguos
empedrados.
El camino, aunque duro, es muy hermoso. Ya casi al final de la subida se llega a la
Cruz dos Mortos
o dos Franceses, que a semejanza a la Cruz de Ferro en el Camino
Francés, está rodeada por un milladoiro de piedras, entre las que
destacan alguna grabadas con inscripciones junto con otros objetos de
todo tipo dejados por las personas que por allí van pasando. Finalmente,
después de la dura subida, se llega al
Alto da Portela Grande de Labruja, a la altura de la casa de Guarda Forestal. Desde aquí comenzamos una pronunciada bajada. Entre pinos llegamos a
Aqualonga,
con un grupo de molinos muy bien conservados. Por pistas y caminos
empedrados llegamos al pequeño puente romano de Aqualonga, desde donde
divisamos la iglesia de São Paio de Aqualonga.
Un camino empedrado nos lleva a dar a la carretera N201 a la altura de
São Roque.
Seguimos por asfalto unos metros hasta dar con la ermita dedicada al
santo e inmediatamente desviarnos por un camino a la derecha. En este
punto vuelve a coincidir nuestro camino con la Vía Romana XIX y
encontramos mojones de marcación de la misma. El camino recorre un
bosque en las estribaciones del Monte da Costa y cuando llegamos a la
altura de un cruzeiro, veremos a la izquierda la maravillosa iglesia
románica de
São Pedro de Rubiães
que merece una pausada visita. En su atrio veremos un miliario romano de
la vía XIX construido en tiempos de Caracalla, como su inscripción
confirma, a pesar de no disponer de una parte por haber sido utilizado
como sarcófago en la época medieval.
Desde aquí un agradable camino nos lleva al albergue de
Rubiães, en un estado impecable, ubicado en la antigua escuela. En sus proximidades dos restaurantes nos permitirán reponer fuerzas.
Etapa 4: Rubiães – Tui
(Lunes 9 de Diciembre de 2013).
Datos Técnicos
- Distancia: 19.7 Km.
- Altura inicio/final: 195 m. / 47 m.
- Desniveles acumulados:+290 m., -420 m.
- Cartografía Carta Militar de Portugal 1:25000 : 002, 007, 015
Recomendaciones
Etapa corta, sin grandes desniveles, salvo una pequeña subida al
principio de la etapa hasta São Bento da Porta Aberta. Desde Fontoura
hasta Valença do Minho tendremos unos 12 kilómetros sin servicios. La
etapa podría tener dos finales, ya que tanto en Valença do Minho, como
en Tui hay albergue de peregrinos. Proponemos la parada en Tui, ya que
la siguiente etapa hasta Redondela es larga y así le restamos 4
kilómetros. Aunque las flechas amarillas marcan el camino sin subir a
Valença do Minho, nuestra propuesta, y así aparece en el track para GPS,
es subir a la ciudad y atravesarla, para luego bajar al puente
internacional. Es un desvío mínimo que permite disfrutar de esta bella
ciudad, aunque el fin de etapa se haga en Tui.
La entrada en Galicia
Descendemos desde el albergue de
Rubiães,
hasta la carretera N201, por la que transitamos por precaución durante
200 metros. Girando 180 grados, tomamos un camino empedrado que entre
huertos nos lleva al
puente de Rubiães
de origen romano, que nos permite atravesar el río Coura. En este tramo
seguimos encontrando los mojones de señalización de la Vía Romana XIX.
Después del puente cruzamos una carretera, justo a la altura de un bar,
para seguir a su izquierda por un camino empedrado que al principio va
al lado del río Coura. Poco después se separa y va a dar de nuevo a la
N201, por cuyo arcén, con la debida precaución, caminamos unos 200
metros. Tomamos un camino empedrado a la derecha que poco después nos
lleva hasta la aldea de
Pecene, donde encontramos la capilla de Nª Sª do Alivio.
Por asfalto llegamos hasta el
Santuario de São Bento da Porta Aberta, del siglo XVII. Se encuentra en un cruce de caminos donde hay un bar-tienda.
Dejamos a la izquierda el santuario y nos introducimos en un bosque, siguiendo un camino hasta
Gontomil. Por caminos, asfalto y por último un estrecho sendero empedrado que permite no mojarse los pies, llegamos a
Fontoura. Cuenta con dos bares. Pasamos al lado de una ermita desde la que vemos la iglesia de São Miguel de Fontoura.
Por pistas de tierra y asfaltadas llegamos hasta
Paços y el
puente de A Pedreira, de origen romano, sobre la ribeira de Pedreira.
El camino nos va llevando a zonas más urbanizadas hasta que confluye con
una rotonda en la carretera EN13. Una flecha amarilla en un cruzeiro,
nos indica continuar por una calle más tranquila paralela a la
carretera. Al llegar a la capilla do Senhor do Bonfim giramos a la
izquierda para dirigirnos hacia
Arão, pasamos junto a su iglesia Matriz y finalmente llegamos a
Valença do Minho a
la altura de su estación de autobuses. Continuamos por la Avenida de
São Teotónio hasta llegar a los pies de la fortaleza abaluartada.
Aunque las flechas amarillas evitan subir, nosotros proponemos girar a
la izquierda, pasando al lado del albergue de peregrinos de São Teotónio
y entrar a la fortaleza por las Portas da Coroada. Cruzamos las Portas
do Meio para acceder a la segunda fortaleza y vamos a dar a la Praça da
República. El ambiente comercial de la villa inunda todo. La Rua
Mouzinho de Alburquerque nos lleva hasta la iglesia de Santa María dos
Anjos o Matriz y la Pousada de São Teotónio desde donde descendemos por
el Baluarte do Socorro, por unos preciosos pasadizos, hasta llegar a la
antigua aduana y el acceso al
puente internacional sobre el río Minho/Miño.
Justamente en el año 2011, se ha celebrado el 125 aniversario de la
inauguración del puente internacional, que en su momento y durante
muchos años constituyó el principal paso fronterizo entre el norte de
Portugal y Galicia. El puente sobre el río Miño, cuenta con paso para
tránsito rodado y tren, así como para los peatones que pueden caminar
con tranquilidad, protegidos del tráfico rodado, y disfrutar de las
bellas vistas del río Miño y de Tui.
Nada más finalizar el puente giramos a la derecha para ir hasta una
gasolinera. En ese punto giramos de nuevo a la derecha, rodeando el
parador nacional siguiendo el Camiño da Barca, que como su nombre indica
nos lleva hasta la orilla del río Miño, justo en el lugar donde se
encontraba el embarcadero que miles de peregrinos, incluido Torres
Villarroel, utilizaron a través de los siglos para cruzar el río por
medio de barcas.
El Camiño da Barca se dirige hacia
Tui.
Comenzamos a ver las primeras señalizaciones de mojones de granito de
la Xunta de Galicia, que incluyen una placa con la distancia hasta
Santiago de Compostela, y que ya vamos a encontrar continuamente en el
resto de las etapas hasta llegar a nuestro destino. El Camiño da Barca
nos deja a los pies de la antigua ciudad, a la que ascendemos por sus
estrechas calles empedradas hasta llegar a la Catedral de Santa María,
con su maravillosa portada gótica.
. Nos queda pendiente para Julio un último tramo para llegar a la ciudad de Santiago.
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